domingo, 14 de marzo de 2010

Con esto de los intercambios....

Mmm... una nueva entrada para una nueva vida. Y qué tanta la weá si al final es la misma cosa, pero más movida. Y ha pasado harto tiempo desde que no escribo por acá, pero sigo siendo la misma vaga, fumadora compulsiva y alharaca de siempre. Lo que sí pudo haber cambiado es una seria obsesión que tuve durante un buen tiempo, que ahora, por razones de fuerza mayor, no sigo teniéndola. Sin embargo, me llegó al chico. Peor que un ají en el poto. Pesado, directo y aweonao. Como siempre, en realidad, era lo más probable que llegara así tan rápido. Pero obviamente, no es que algo me haya llevado: el buen trofeo vino igual.

No lo sabe, nunca se lo imaginó, y nunca lo va a saber. Y es mejor, porque mi integridad física corre peligro. Lo peor de todo es que aquí no tuvo que ver ni el alcohol, ni las drogas, ni el rock & roll. JA! "Soy una pobre weona que no se conforma", como muy bien me dijo una gran amiga.

Los intercambios son una mierda: no te dan lo que necesitas ni lo que quieres. Te dan weás nomas.