lunes, 11 de mayo de 2009

Y terminé creyendo

¿No les ha pasado nunca que ven que alguien nace y pareciera que lo conocen de otra vida? O, tal vez, ni siquiera de otra, sino en esta vida, pero desde hace algunos años.
Siempre creí que las personas eran prescindibles. Que nadie era irreemplazable. Y de hecho lo sigo creyendo. Porque las personas vuelven, no en su misma forma, pero sí con el alma intacta.

Raro, pero, Mauricio Silva es el culpable de esta volada.

1 comentario:

Mauricio Silva dijo...

Comparto un poco de esa filososfia y sepa que me hago responsable de mis actos =)